Carlos Toranzo
Cuesta creer que en un régimen de izquierdas, como el que nos gobierna, uno de los temas de más preocupación para la gente sea la violación de los derechos humanos.
¿Quién tenía derechos humanos durante la dictadura de Barrientos en los años 60? Nadie. El tema de los derechos humanos no estaba internalizado en la mente de las personas y, obviamente, al Estado no le interesaba nada esta cuestión.
El Estado con sus brazos de las FFAA, de la Policía, de los agentes del “orden”, tenía derecho a matar, encarcelar, violar y vejar a las personas. ¿Dónde estaba la justicia, dónde estaba la defensa de los derechos de las personas? No existían. ¿Cómo podían averiguar los familiares el estado de salud de sus familiares presos? No podían hacerlo porque también eran vejados y amenazados por esos brazos del Estado. Y esos brazos son ahora muy obsecuentes con el poder.
¿Había juicios contra presos, existía debido proceso? No, absolutamente nada. Existía sólo la voluntad del poder omnímodo del dictador, y esa voluntad inducía a la violación reiterada de los derechos humanos . Y ahora se induce, bajo la lógica de guerra, a eliminar al enemigo.
Y durante Banzer, en los años 70, ¿cómo estaban las cosas? ¿Los que sufrimos el asesinato de nuestra familia podíamos defendernos de la dictadura? No, nos trataban de apresar hasta en el acto de entierro de nuestros familiares, así sucedió en el funeral de mi hermano, asesinado en cuartel militar, luego de haber sido llevado herido a ese centro militar. ¿Tenía derecho mi familia, mi madre, mi esposa de averiguar por qué yo estuve preso en varias cárceles? No, no tenían ningún derecho. Las respuestas eran sólo amenazas de algo peor. ¿Podíamos tener el derecho de un permiso para salir de la cárcel y ver nacer a nuestros hijos? No, no teníamos derecho a nada.
¿Y los “elenos”, -muchos de ellos gobernando hoy-, tenían algún derecho? No, simplemente se los mataba a mansalva, se los fusilaba, sin derecho a reclamo por parte de sus familiares ¿No se inventaron enfrentamientos, cuando -en realidad- luego de torturarlos, los asesinaban? ¿No están pasando cosas similares en el presente? ¿Y no estaban sometidos a miedo, a terror los familiares de los “elenos” asesinados, que ni siquiera tenían el derecho de reclamar los cadáveres de sus familiares? Actualmente hay algo de parecido con ese pasado.
¿Y durante García Meza existían derechos humanos? No, absolutamente ninguno. Teníamos que andar con la biblia bajo el brazo, pues Arce Gómez amenazaba a los opositores diciendo que serían “taxativos” con quienes se opongan a la dictadura. Pero ser “taxativos” no implicaba aplicar la ley a quienes la contravengan, simplemente significaba asesinar a los opositores. ¿O acaso estaban violando la ley en la reunión de la COB esos que fueron asesinados a mansalva, junto a Marcelo Quiroga Santa Cruz, cuyo cadáver no aparece aún? ¿Y no sucedió lo mismo cuando asesinaron a la dirigencia del MIR en la calle Harrington al iniciar los 80? ¿No inventaron un enfrentamiento? Fue simplemente ejecución extrajudicial, como ha pasado en el hotel Las Américas.
No teníamos derechos. En esas épocas pálidamente comenzaban a trabajar las organizaciones de defensa de derechos humanos para protegernos frente a un Estado omnímodo. Esas organizaciones nacieron con un corazón de izquierda, pues eran las izquierdas las que eran asesinadas y vejadas. Pero muchos de esos izquierdistas no miran en el presente las violaciones de los derechos humanos de decenas, de decenas de personas.
Pasado el tiempo y gracias a la democracia, sabemos que todos, de izquierda y derecha, tenemos derechos humanos. Eso lo olvidaron por un tiempo algunas organizaciones de defensa de derechos humanos, pues su tarea consistía sólo en proteger a quienes tenían su misma ideología de izquierda.
Hoy, más que nunca, porque se dice que hay democracia, precisamos defender los derechos humanos, pero de todos, de absolutamente todos, sean de izquierdas o de derechas, pues los derechos humanos son universales. No puede ser que en un régimen de izquierdas se violen los derechos humanos de las personas, eso no condice con los valores de la democracia.
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Carlos Toranzo es economista.
Tomado de paginasiete.bo