Economía

desigualdad1JUAN RAMÓN RALLO 

El debate económico sobre las políticas de redistribución de la renta suele plantearse a modo de disyuntiva entre igualdad y

VANESA VALLEJO 

En Latinoamérica es común escuchar gente diciendo que somos pobres porque los malvados Españoles nos expoliaron durante años. Que como se llevaron todo el oro que pudieron, quedamos condenados al estancamiento. Habría que preguntarle a quienes afirman tales cosas, ¿por qué entonces ni un solo país europeo cayó en la miseria después de que perdió las colonias? o ¿Cuál es la razón para que aquellos países que no tuvieron colonias salieran adelante y superaran, por mucho, el nivel de riqueza de Latinoamérica?

Quienes le siguen echando la culpa de nuestras tragedias a los colonizadores parecen no entender que el oro no es más que un medio de cambio. ¿Por qué los indígenas en Latinoamérica, a pesar de disponer de tanto oro, no tenían todos los inventos que había en España para esa época? Pues porque del oro no salen fábricas, o bienes y servicios deseables. Entonces, sin justificar el robo al que los indígenas fueron sometidos, es claro que no es esa la causa de que Latinoamérica no sea tan próspera como otras regiones.

Otra hipótesis, errada también, asegura que la riqueza tiene relación con los recursos naturales. Sin embargo, este mito se cae con la evidencia de países como Suiza, que sin salida al mar y con un terreno cultivable escaso que, debido al largo invierno, apenas da frutos cuatro meses al año, ha logrado posicionarse entre los países más ricos.

¿Cuál es, por ejemplo, la diferencia entre Colombia y Alemania? ¿Por qué los alemanes lograron acaparar mayor riqueza que los colombianos?

La respuesta es ahorro; capitalización. Es ahí en donde se encuentra la clave de la riqueza de una nación. Sacrificar consumo presente por futuro, sabiendo que tal renuncia permitirá, más adelante, consumir mayores cantidades y disfrutar de un bienestar superior.

Los países pobres, sin excepción, son aquellos en donde la acumulación de capital es escasa, no ha habido ahorro y por lo tanto no hay bienes de capital. La estructura productiva es cortísima, casi toda la producción se destina al consumo inmediato. En los países ricos, por el contrario, gran parte de los recursos están destinados a producir bienes que serán consumidos en el largo plazo. Hay una gran acumulación de capital porque el ahorro así lo ha permitido.

intermediarioIván Carrino

La economía no es el fuerte de Sergio Massa. En septiembre del año pasado, el ex candidato presidencial y actual diputado por la Provincia de Buenos Aires, había pedido suspender las importaciones por 120 días.

Dados los beneficios naturales que se derivan del comercio, la propuesta de Massa generó una reacción contundente del grueso de los economistas.

Pocos días atrás, el diputado volvió a insistir con un tema económico. Esta vez fue a través de su cuenta de Twitter. Tras comentar que no entendía por qué la “la papa sale de Otamendi a $4 el kilo y se la vende en hipermercados a más de $20”, sugirió que “hay una cadena de vivos que saca provecho del trabajo ajeno”.

CARLOS MIRANDA

La caída de precios del petróleo, iniciada en 2014, ha sido como un viaje en el túnel del terror para todas las empresas exportadoras de crudo. Aparentemente, por la estabilidad de precios del WTI y Brent, en enero y febrero de este año, el viaje ha concluido. A su llegada, los viajeros ahora han encontrado un paisaje diferente con el gran marco del Convenio de París: la vigorosa actividad para producir electricidad con fuentes renovables y teniendo en el banco de suplentes al litio, que está pendiente de hacer su gran ingreso al sector de transporte a base de las grandes inversiones de las compañías automovilísticas y otros. Por tanto, se está en un periodo de evaluación de los efectos del viaje por el túnel del terror por todas las empresas petroleras. En tal sentido, veamos cómo están las grandes empresas petroleras estatales latinoamericanas.

PEMEX ha sido la empresa más afectada. Al efectuarse la reforma energética en México se cometieron dos errores de cálculo: al permitir la participación privada en el sector se establecieron regulaciones, como si el precio de 100 dólares/barril fuera el precio permanente del petróleo y, además, que las empresas acudirían rápidamente a firmar contratos.

La caída de los precios del petróleo no permitió a PEMEX establecer contratos y se embarcó en el viaje del túnel del terror sin contratos nuevos, pero con regulaciones nuevas y con 30.000 millones de dólares de deuda externa. Realizó el viaje con un exceso terrible de equipaje, lo que significó que al final saliera con 100 mil millones de dólares de deuda, producción menor a dos millones de barriles por día y reservas fuertemente disminuidas. Se cree que PEMEX no podrá pagar esa deuda sin una fuerte ayuda del Gobierno Federal.