Economía

estoniaVANESA VALLEJO 

En 1991 Estonia se liberó del yugo soviético. El socialismo, como siempre lo hace donde se establece, dejó al país en la miseria.

educacinJUAN RAMÓN RALLO

La educación pública suele caracterizarse como uno de los mayores logros de cualquier sociedad desarrollada que se precie:

IAN VÁSQUEZ 

No es descabellado pensar que este año se podría desatar una guerra comercial entre China y EE.UU. que golpearía a la economía mundial. O que el nacionalismo siga debilitando a la Unión Europea. O que las barreras migratorias de los países ricos continúen fortificándose.

Tal desintegración sería un revés para el progreso humano, pero quienes proponen y apoyan al proteccionismo –que son muchos– lo hacen en nombre del bienestar. Por eso, esta semana la muerte de un experto en estadísticas, Hans Rosling, es un momento oportuno para tomar en serio la lectura que hizo respecto a la trayectoria de la humanidad.

Rosling era un médico sueco que se dedicó a mejorar las vidas de los más pobres del planeta y a popularizar un mejor entendimiento del estatus de los humanos basado en los datos. Lo hizo a través de videos, charlas y su impactante sitio web Gapminder.org. No se cansó de decir: “El mundo está mucho mejor de lo que muchos de ustedes piensan”. Con eso quería decir dos cosas. Primero, que en los últimos doscientos años, la humanidad ha progresado como nunca y que en décadas más recientes los pobres en el mundo han estado cerrando la brecha con los ricos a un paso acelerado respecto a indicadores claves de bienestar.

Segundo, que a pesar del impresionante progreso humano, gente educada está sumamente mal informada al respecto e insiste que el mundo está empeorando. Rosling demostró esa tendencia a través de encuestas sobre la mortalidad infantil o la tasa de fertilidad en países en desarrollo. En ellas, los suecos escogían la respuesta incorrecta con una frecuencia por encima de lo que hubiera sido el caso si hubieran escogido de manera aleatoria. Por alguna razón, las personas tienden a ser pesimistas.

JOSÉ NIÑO 

La elección de Donald Trump ha sacado completamente de sus casillas a los medios de comunicación y los círculos intelectuales en Estados Unidos.

No es solo eso, sino que la prensa y la intelectualidad internacionales están también sin palabras ante el ascenso inesperado de Trump a la presidencia estadounidense.

Los más notables de estos medios internacionales son aquellos se usan el idioma español, como Univisión, que calificaron constantemente Trump como una amenaza para la los hispanos e incluso argumentaron que sus políticas producirían un subdesarrollo en Estados Unidos al estilo latinoamericano. En la misma línea, otros expertos creen que la retórica y las políticas de Trump llevarán a males económicos en toda Latinoamérica.

Para empezar, el subdesarrollo de Latinoamérica es indicativo del fracaso de las políticas de estilo socialista/mercantilista que han sido elementos fijos de la mayoría de estos países mucho antes de que Trump llegara al cargo. Al contrario que Latinoamérica, Estados Unidos ha evitado en general caer en este abismo económico y continuará haciéndolo en buena medida gracias a la naturaleza de sus instituciones políticas.

Aunque haya preocupaciones legítimas acerca del impacto de las medidas económicas más proteccionistas y las políticas de inmigración de Trump, la amenaza principal para la estabilidad de los países de Latinoamérica sigue siendo la misma: sus propios gobiernos.