
MARÍA MARTY
“Has recorrido un largo camino, muchacha” decían los avisos publicitarios de Virginia Slims en los años 70. Avisos que mostraban cómo las mujeres se estaban abriendo paso y logrando adueñarse de sus destinos. Mujeres que les gustaba ser mujeres, pero que también querían romper con algunos de los límites retrógrados que hasta ese momento la historia les había impuesto.
Cuando de chica veía estos avisos, me gustaba lo que proyectaban: mujeres femeninas y valientes al mismo tiempo, dueñas de esa cuota necesaria de rebeldía como para lograr una meta ambiciosa. Si bien leí la novela “La Rebelión de Atlas” recién en los 80, hubiera podido fácilmente asociar ese ideal femenino con un personaje como Dagny Taggart y con una frase que su autora, Ayn Rand, escribió: “La pregunta no es quién me lo permitirá, sino quién me detendrá.”
El mayor logro del feminismo fue, sin dudas, el reconocimiento político de los derechos individuales de la mujer, que marcó la igualdad de la mujer y del hombre ante la ley. Miremos alrededor por un instante y veamos la cantidad de mujeres que actualmente hacen de su vida lo que desean, que son independientes, que han cumplido sus sueños. La gran meta de aquellas mujeres rebeldes fue cumplido, al menos en una parte del mundo.
Quizás ese fue el motivo por el cual (como a un barco que ya llegó a puerto), el movimiento fue abandonado por quienes originalmente le habían dado su rumbo.
James Buchanan, premio nobel de economía, escribió acerca del liberalismo:
MARÍA MARTY
Un cuento escrito por Lewis Love llamado “A King of Long Ago” (Un rey de hace tiempo atrás) narra la historia de un rey de una tierra lejana, justo y sabio, que tenía muy en claro los límites de su poder en el gobierno de su reino.
JAVIER PAZ
Si Ud. naufragara en una isla desierta junto a otras dos personas desconocidas, ¿cuáles serían las obligaciones que se tienen entre sí? Usted no puede matar, golpear o robarle a los otros sus pertenencias y viceversa porque nuestra calidad de humanos e iguales entre sí (iguales en derechos) nos obliga a respetar la vida, la libertad y la propiedad de los otros como también a exigir su respeto para con nosotros.
Más allá de este respeto mutuo usted no puede obligar a los otros a que le construyan una casa, le provean agua, o le den clases de aritmética; tal obligación implicaría una violación de la libertad de los otros.
Probablemente estas tres personas decidan colaborar para conseguir el alimento, construir un refugio y cuidarse en la enfermedad, pero esta colaboración es voluntaria y mutua y si uno de ellos decidiera irse a vivir solo a otra parte de la isla y cortar contacto con los otros dos, estaría en todo su derecho. Imaginemos que los tres náufragos son un médico, un profesor y un arquitecto.
¿Eso implica que el médico está en la obligación de garantizar la salud, el profesor la educación y el arquitecto la vivienda? Por su puesto que no. El que cada persona tenga diferentes especialidades hace más beneficiosa la colaboración mutua, pero no quita el hecho de que ésta tiene que ser voluntaria, no obligatoria.
JAVIER PAZ
Existe mucha confusión con los conceptos de democracia y derechos humanos. Mientras la mayoría de la gente considera que los derechos humanos son una serie de privilegios y dádivas que tiene que otorgar el Estado, otros creen que la democracia es casi un sinónimo de derechos humanos.
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