Economía

jubiladosROBERTO CACHANOSKY

Si bien hoy en día es políticamente incorrecto hablar de la jubilación privada, tengo bien en claro que la mayor estafa que el populismo

EDITORIAL LIBERTAD DIGITAL

El Banco Central Europeo (BCE) insiste en aplicar una receta profundamente equivocada, ya que el diagnóstico del problema también parte de una base errónea. El presidente de la institución, el italiano Mario Draghi, anunció el jueves una nueva batería de estímulos monetarios cuya efectividad resultará, una vez más, nula, cuando no profundamente contraproducente. Entre otras medidas, el BCE bajó el tipo de interés oficial al 0%, amplió su plan de compra de activos hasta los 80.000 millones de euros al mes y lanzó una nueva ronda de financiación gratis al sistema bancario de la zona euro con el objetivo último de reactivar la expansión del crédito a familias y empresas, bajo la vana ilusión de potenciar el consumo, la inversión y, en última instancia, el débil crecimiento que sigue presentando la Unión Monetaria.

Dicha estrategia, al igual que sucede en otras materias, evidencia que la mayoría de políticos y autoridades públicas no han aprendido las valiosas, aunque duras, lecciones de la presente crisis. Olvidan que el colapso financiero de 2008 tiene su origen en una expansión crediticia previa que carecía de bases sólidas, ya que no estaba respaldada en ahorro real, y que fue alimentada, precisamente, por los bajos tipos de interés que los bancos centrales aplicaron a uno y otro lado del Atlántico. Tratar de solventar una crisis repitiendo el mismo error que la originó ya es lo suficientemente grave como para invalidar por completo este tipo de herramientas monetarias.

Pero es que, además, un problema de deuda no se puede solventar con más deuda, que es justo lo que pretende Draghi. Quienes aplauden este tipo de anuncios fijándose en la recuperación que ha experimentado EEUU no reparan en que el fuerte crecimiento de la primera potencia mundial no se debe a los bajos tipos de interés de la FED ni a su compra masiva de deuda, sino a la potente y flexible estructura productiva de la economía estadounidense. Es decir, EEUU crece a pesar de la FED, no gracias a ella. Y la prueba es que Japón lleva más de 20 años repitiendo una y otra vez esta particular receta monetarista sin éxito, como bien refleja su crónico estancamiento económico

ARMANDO MÉNDEZ 

Juan Ramón Rallo, columnista de El Cato. Org, acaba de escribir un artículo con un título sugestivo que lo ha denominado: “La década perdida de Europa”, refiriéndose al periodo 2006-2015. La conclusión sobre la que se basa para esta contundente afirmación es el mediocre crecimiento de su economía, tanto en lo que se denomina Unión europea, o la parte que tiene moneda común, el euro, que es la Zona Euro.

ORLANDO FERRERES

Es fundamental estudiar con detenimiento y profundidad las cuestiones económicas para poder concretar los cambios sociales que todos queremos. Si no, fijaremos metas difícilmente realizables y luego culparemos a muchos, de aquí y de afuera, de nuestros fracasos. La verdad es que nuestros planes han tenido muy poca base en la realidad por lo que, como le ocurre al populismo, obtenemos muy pocos resultados en relación a nuestras metas, lo que es más evidente a medida que pasa el tiempo. Al final, tenemos que reconocer que estábamos equivocados, pero mucha gente no habrá salido de la pobreza por nuestra falta de profundidad, lo que es muy grave pues esas políticas eran evitables.

Repasemos de una manera rápida la evolución económica del mundo. Desde el inicio de la Era Cristiana tenemos estimaciones de población y producto bruto por principales países calculados por Maddison y su equipo de investigadores. Así podemos comprobar que hasta aproximadamente el siglo XVII China se destacó en relación a Occidente por sus inventos, a pesar de que estaban poco orientados a aplicarlos a la producción y a lograr soluciones eficientes para satisfacer mejor las necesidades humanas. En efecto, los chinos desarrollaron la pólvora aunque la usaban para fuegos artificiales y no para conquistar militarmente a otros, inventaron la imprenta mucho antes que Occidente, aunque la usaban para hacer dibujos, pues "la caligrafía disciplina" decían. Inventaron también la computadora (el ábaco), aunque lo usaban para juegos, inventaron los grandes barcos de hasta mil tripulantes y pasajeros, cuando los de Occidente eran de cien-ciento veinte personas, pero no los usaron para colonizar. Podríamos seguir con esta lista, que es interminable, según los 7 tomos de la gran investigación "Ciencia y Civilización en China" de Joseph Needham.

China siempre fue el principal país del mundo, con una participación en el PBI mundial cercana al 30 %, que llegó al 34% hacia 1800. Pero a partir de allí, extrañamente, decayó. Lo que ocurrió fue que Occidente, que ya venía desarrollando la aplicación de inventos a la perfección de la producción, ingresó en una etapa que ahora llamamos "Revolución Industrial" y dio un "gran salto hacia adelante" productivamente, en tanto que China no entró en esa fase del desarrollo.